En Maximiliano Jabugo somos amantes del buen Jamón, del ibérico el 100% Jabugo por supuesto de bellota, de ese producto de fabricación totalmente natural que nos proporciona tantos beneficios para la salud.
Beneficios para nuestros sentidos y, cómo no, beneficios para nuestra salud. En otras entradas hemos ido destacando determinados aspectos del jamón ibérico, desde la crianza del cerdo, pasando por las distintas fases, hasta las técnicas de corte para sacar el máximo partido de este producto.
Hoy vamos a destacar los innumerables beneficios del jamón ibérico para nuestra salud, que durante tanto tiempo se han puesto en entredicho y que, finalmente, se han ido demostrando.
El Jamón de Jabugo ibérico de bellota es el mayor exponente de calidad en lo que a jamones se refiere. El animal, en época de crianza, se alimenta de piensos naturales, y en la época de la bellota su alimentación se basa en las bellotas y el pasto, pero sin ningún tipo de añadidos, hasta que el animal alcanza su peso óptimo. Esta apreciación es fundamental para entender los beneficios del jamón ibérico de bellota en la salud.
El cerdo ibérico que ha sido alimentado a base de bellotas dispone de una alta concentración de grasas insaturadas, que contribuyen a disminuir los niveles de colesterol y a prevenir enfermedades cardiovasculares. Rico en ácido oleico, un tipo de ácido graso monoinsaturado, que resulta muy beneficioso para los vasos sanguíneos. Además, estudios recientes han demostrado que el ácido oleico contribuye a mantener un peso saludable. Este ácido en cuestión contribuye a regular el metabolismo de los lípidos e incide en el equilibrio del peso corporal, algo muy a tener en cuenta sobre todo si somos conscientes de los hábitos de vida actuales.
Se estima que más del 55% de las grasas del jamón ibérico son monoinstaturadas, lo que lo convierte en un producto altamente recomendable para la salud. Sólo el aceite de oliva superaría estas proporciones de ácido oleico.
Pero, además, los beneficios que aporta el jamón ibérico a nuestra salud no quedan ahí. La carne de cerdo es fuente de proteínas, minerales y vitaminas.
El jamón ibérico es fuente natural de hierro (aportando un 45% de la ingesta que se recomienda en hombre y un 23% de la misma en mujeres), cinc o sodio. Cabe recordar que se tratan de minerales fundamentales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, que nos proporcionan energía y vitalidad.
Y si nos centramos en las vitaminas, el jamón ibérico de bellota y de cebo juega un papel fundamental en el aporte de vitaminas B1, B2, B3 y B6. La vitamina B1, por ejemplo, es esencial en el crecimiento y desarrollo, por lo que la ingesta de jamón ibérico durante el crecimiento y la pubertad, es más que aconsejable.
Podemos seguir resaltando los beneficios y grandezas de este producto que, a nosotros, ya nos tiene enamorados. Pero lo mejor es que comencéis por añadir este producto a vuestra dieta y a disfrutar de los numerosos beneficios para la salud y, cómo no, para el paladar.
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